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LAS 15 MEJORES PELÍCULAS INDEPENDIENTES EN NETFLIX DE LOS ÚLTIMOS AÑOS / PARTE I

Para bien o para mal, Netflix ha provocado una revolución televisiva en la medida en que el suscriptor tiene a su disposición un catálogo que, aunque continúa siendo en mayor parte la programación chatarra a la que tienen acostumbrado al público promedio, ha permitido, al menos, que directores como Alfonso Cuarón, Martin Scorsese y David Lynch puedan distribuir Roma, El irlandés y What did Jack do?, respectivamente; y que otros como Susan Bier, en cambio, lancen a la plataforma cintas mediocres como Birdbox; así como una enorme cabida a producción independiente para quien sabe buscar, de excelente calidad y más módico presupuesto, en gran parte, protagonizado por mujeres que por lo general se enfrentan a un mundo que todavía no está dispuesto a permitir que ejerzan su libertad, pero eso sí, que asuman todas sus consecuencias.


A continuación, les presentamos 15 de las mejores películas independientes en Netflix de los últimos años:


1. Un largo viaje hacia la noche (Bi Gan / 2018)



El segundo largometraje del director de la poética odisea onírica Kaili Blues, nos cuenta una vez más con claros influjos de los planos secuencia de Tarkovski y el romance de Wong Kar-Wai, el viaje de un hombre a la ciudad natal que abandonó hace muchos años. Luo Hongwu deberá encontrar a la mujer que ama. La única pista es su nombre: Wan Quiwen.


El cine de Bi Gan nos obliga a mirar despojados de esa enfermedad llamada sentido, abandonándonos a la alucinada vitalidad de los sueños.


2. Yo, Daniel Blake (Ken Loach / 2016)



Es una película con una notable y bien lograda evocación neorrealista del mejor cine de Vittorio de Sica, en la cual, un carpintero de cincuenta y nueve años acaba inmiscuido en la telaraña burocrática de la asistencia social de la actual Gran Bretaña. Aunque la salud de Daniel, aquejada por problemas cardíacos no se lo permite, el Estado le ordena encontrar un trabajo para recibir un sueldo que le permita comer. En su batalla por mantenerse íntegro a como de lugar, conoce a Katie, una joven madre de dos niños que en su entrañable forma de ser posee la clave de la calidez y la amargura.


Yo, Daniel Blake obtuvo la Palma de Oro a Mejor película, suponiendo la segunda ocasión en que Loach la recibía tras El viento que agita la cebada, en 2006.


3. Las elegidas (David Pablos / 2015)


Ambientada en la ominosa realidad de la trata de personas, esta película nos cuenta la historia de Sofía y Ulises, dos adolescentes mexicanos enamorados para quienes todo cambia el día en que Sofía cae víctima del gran secreto que esconde el padre de su novio. Las elegidas es un ejercicio de crudeza visual que constantemente recurre a la narración por omisión para contar el horror por medio de recursos puramente cinematográficos. Su final es una muestra de cómo una máscara puede, al caerse, no revelar nada cuando una sociedad ha sido corrompida hasta lo más profundo de sus entrañas.


4. My happy family (Nana Ekvtimishvili y Simon Groß / 2017)


¿Podemos conocer nuestra vida a través de aquello que desconocemos de los demás? Esta frase podría ayudarnos a hacernos una idea de la desgracia de Manana, una maestra georgiana de cincuenta y dos años atrapada en el calvario de la vida familiar y la atmósfera caduca de una generación patriarcal que en su intento por detenerla cuando decide irse a vivir sola, termina queriendo o no, haciéndole consciente de que mientras más avanza la vida nos hacemos con más incertidumbres que respuestas, pues el exceso de éstas, bien podría ser la muerte. Manana nos recuerda la respuesta del filósofo Brice Parain, cuando la protagonista de Vivir su vida le dice que el amor debería ser lo único verdadero. “Con la condición de que ese amor sea el verdadero. Pero de joven uno no sabe lo que quiere. Hace falta madurez. La búsqueda. Esa es la verdad de la vida”, dice el filósofo.


5. Girl (Lukas Dhont / 2018)



Pocas veces, el cine LGBTI sobrepasa su propio género, desnudando ante el espectador esos aspectos soterrados de una realidad que únicamente una mirada atenta puede captar. A eso se le llama la sensibilidad y no hace falta ser un artista para notarla. El espectador no es ningún ingenuo ni mucho menos. Algunos ejemplos de películas son Cowboy de medianoche, Happy together, La virgen de los sicarios y, quizá, la reciente Salvaje.


En Girl, ópera prima de Lukas Dhont, el director usa la historia de Lara, una chica transexual que construye una carrera de bailarina profesional a través del dolor, como una metáfora de la inconformidad humana que se estrella ciegamente contra sus propios límites: su cuerpo. Es sobre éste que la película levanta su discurso y su puesta en escena vertiginosa mediante la cámara en mano que jamás se aparta del sacrificio personal de la protagonista para aceptarse así misma sin importar el costo.


6. Frances Ha (Noah Baumbach / 2012)



Noah Baumbach ganó notoriedad internacional por las seis nominaciones a los Oscar de su Historia de un matrimonio, un excelente melodrama sobre la inestabilidad de las relaciones sentimentales contemporáneas. Sin embargo, años atrás había estrenado Frances Ha, una cinta en blanco y negro que nos transmite sin edulcorar la vida de la protagonista de nombre homónimo, una rubia lenguaraz, algo torpe y estoica que poco a poco ve como sus amigos se van y su carrera de bailarina es sustituida por una existencia de rostro más bien gris y sin encantos. Un gran aliado para combatirlo es la madurez y el optimismo. Película sobre la juventud y los sueños frustrados.


7. Aquarius (Kleber Mendonça Filho / 2016)


Clara, una mujer brasileña sobreviviente de cáncer, viuda, vive en un edificio de apartamentos llamado Aquarius, su hogar durante casi toda su vida. En medio de esta cotidianidad, una compañía busca comprar su apartamento para convertirlo en un moderno edificio, pues los demás ya han sido vendidos, pero Clara, en cambio se aferra a lo que le da sentido a su vida. Tendrá que hacer frente a las tentativas de la compañía para arrebatárselo.


8. Una especie de familia (Diego Lerman / 2017)



En esta película argentina, Malena, una joven doctora viaja a un inhóspito poblado costero para tener entre sus brazos un bebé a punto de nacer. En esa búsqueda Malena y la naturaleza resultan dos fuerzas que ponen a funcionar hasta las últimas consecuencias la voluntad contra el destino, sin dejar de lado las repercusiones morales de cada una de las decisiones de la protagonista durante este viaje incierto.


Cuando la escritora Mónica Ojeda escribe sobre lo femenino y lo monstruoso lo hace en la medida en que lo femenino resulta una abanico de infinitas posibilidades de ruptura y transgresión en medio de una naturaleza desbocada que no está tanto afuera como dentro de nosotros. Una especie de familia es, también, un acertado y trepidante intento.


9. Beach rats (Eliza Hittman / 2017)



En los paseos de Brooklyn, un abrumado adolescente emprende un viaje de autodescubrimiento personal a través de sus abismos. Las tardes junto a sus amigos y a una posible nueva novia no le bastan, incluso su vida familiar lo ha erosionado bastante. En esta crónica suburbana se plasma la incertidumbre de un adolescente, quizá, bastante acertado en cuanto las generaciones de hoy, tal como decía Roberto Bolaño, soñábamos con utopía y despertamos gritando.


10. And breathe normally (Andið Eðlilega / 2018)



Una radiografía social de una migrante que busca asilo y una madre que trabaja revisando documentación a los pasajeros en un aeropuerto. Este drama islandés dibuja acertadamente la frontera como una construcción mental que nos separa de nosotros mismos, aprisionándonos en una soledad que en lugar de fortalecernos nos destruye. Los vínculos más fuertes, así como la solidaridad los produce el dolor.


11. Joy (Sudabeh Mortezai / 2018)



Una vez más tenemos un cinta atravesada por el laberinto de la explotación sexual, esta vez, en Australia. Joy es una migrante africana, los años volcada en la prostitución le han permitido estar cerca de pagarle su deuda a su Madamme, la mujer detrás del tráfico de mujeres. En cierta ocasión llega una nueva chica, mucho más joven e inocente, como debió ser Joy cuando llegó por primera vez cegada por la parafernalia del éxito y el dinero, ese sueño de corte occidental igual o peor que la trata porque ese sí es un laberinto sin salida. A lo mejor, el que lo ha permitido todo hasta ahora. Cuánto tiempo más necesita Joy para darse cuenta.


Pocas películas sobre la explotación sexual tienen tanta elocuencia sin caer en el panfleto o la simple denuncia.


12. Las herederas (Marcelo Martinessi / 2018)


Chela y Chiquita son dos mujeres de la clase alta paraguaya que, de pronto, ven como su patrimonio comienza a menguar y a despoblar poco a poco su casa, sin embargo, en esos objetos probablemente se van también años de amistad y décadas de una conexión que hasta entonces parecía irrompible. Martinessi mantiene el pulso de lo aparente, o mejor, de la imaginación (el espectador intuye, averigua y nunca puede dar nada por sentado) de una mujer que siente por medio de ésta una revolución interna, única que en medio de la tragedia probablemente sea lo más importante que le haya podido suceder. Aunque por momentos lenta, Las herederas es el drama de una transición, la transición a la vida de una mujer rota.


13. Invisible (Pablo Giorgelli / 2017)


Cuenta la vida de Ely, una adolescente que carga con una madre depresiva y la responsabilidad de mantenerse junto a ella. Luego del colegio y su trabajo en una veterinaria, se entera que está embarazada. Ella sólo desea continuar como si nada hubiera pasado, pero tendrá que tomar una decisión vital.


La película explica el conflicta interno de Ely a través de un discurso que en vez de decir muestra, pero muchas otras cosas quedan ocultas. El espectador tendrá que llegar a la comprensión del mismo modo que Ely intenta proseguir con su vida: a tientas.


14. Burning (Lee Chang-Dong / 2018)


El auge global del cine surcoreano empezó hace mucho, pero tal parece que muchos no nos dimos cuenta hasta el estreno de la aclamada Parásitos. Del mismo modo, esta aclamada película basada en un relato de Murakami es, a su manera, un viaje a lo recóndito del hombre, una secuela devastadora y cruda tras un encuentro entre un joven mensajero y Haemi, una chica de vecindario. Por medio del juego con varios géneros y diferentes planos temporales, acudimos a uno de las mejores cintas del 2018. Imperdible.


15. El sol que abrasa (Chung Mong-hong / 2019)



Épica cotidiana de una familia taiwanesa, que en el imaginario paterno de un hombre fracasado, están enfrentados su hijo menor problemático con potencial de delincuente y su introvertido primógenito . Pero un suceso cualquiera podría cambiar el porvenir de la familia y enfrentarlos a sus demonios y a un pasado que comienza a dejar sus sombras en el presente, abriendo en los corazones de cada uno la oportunidad de la redención, el entendimiento y la muerte.


Por momentos excesivamente melodramática, El sol que abrasa es una portentosa reprensentación de los afectos, los traumas familiares y personales que todos necesitamos superar para encontrar algo lo más parecido al porvenir, aunque a la larga sea siempre incierto.



Selección de películas: Gabriel Zhiminaicela

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