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II. DESARROLLO DEL GUION DOCUMENTAL

El guion documental deja un mayor espacio para que la realidad se filtre sorpresivamente y cambie, incluso, la propia premisa. Eso no quiere decir que no podemos generar un guion con una estructura aproximada con las imágenes que pensamos generar, la voz en off, los espacios, algunas acciones de los personajes, etc.

 

A continuación, les dejo unas consideraciones para la escritura del guion cinematográfico:

  1. Se escribe siempre en presente del indicativo, pues el guion no sugiere como en un cuento o una novela, sino que indica con palabras las imágenes en movimiento que queremos generar.

  2. El guion, insisto, no requiere de aliento poético sino de las suficientes indicaciones para que el equipo pueda trabajar.

  3. Por tanto, el guion es sólo un estado transitorio, utilitario si se quiere.

  4. Cada escena se indica así: Esc. 1. Interior / Sala de los Restrepo / Día

  5. Las cosas ayudan a indicar planos, mientras los puntos ayudan a indicar cortes.

  6. Jean-Claude Carriere recomienda que cuando un personaje ve algo es importante separar en dos párrafos al que ve y al objeto visto. Por supuesto, esto será si la intención del director es verlos por separado, sino hay que escribirlos sin punto y aparte.

  7. Luego de que escribimos el nombre del personaje por primera vez se escribe su edad y sobre cómo viste, sin embargo, en el documental esto sería bastante difícil. A no ser que conociéramos a los personajes de antemano como para saber como visten e incluso como pueden reaccionar ante ciertas preguntas.

  8. No olvidemos que el guion documental es nada más que una hoja de ruta, un texto inacabado que vamos completando a través del registro de la realidad.

 

Ejemplo

QUÉ MORIR TENEMOS

Esc. 1 Interior / Cuarto de Alejandro Izquierdo / Día

 

ALEJANDRO IZQUIERDO (profesor jubilado, tiene 70 años, lleva puesto un terno gris, está sentado en una cama baja.

El piso de madera está lleno de polvo. Las paredes con algo de tizne. Las mesas pequeñas y grandes repartidas en el cuarto. El armario viejo. La ventana está cubierta con un forro de colchón Chaide y Chaide. La puerta es negra de metal. La pala está en el piso. El tacho de cera está derrumbado. El Capital, de Marx en unos cajones. Libros de historia del arte y una biografía de Anthony Quinn en un tacho de plástico rojo. La poesía de Olmedo en unos cajones. Estudios de Kafka, de cine, de James Joyce y de Camus a los pies de la cama. El libro que Alejandro Izquierdo acaba de publicar encima de un cubrecama rosado con princesas barbies.

Alejandro Izquierdo se pone de pie con dificultad y conversa.

CHRISTIAN

¿Por qué a Edmundo le decían Loco?

ALEJANDRO IZQUIERDO

La cara de Alejandro Izquierdo mientras habla y gesticula con cierta exageración.

CHRISTIAN

¿Fue su compañero en el Manuel J. Calle?

Para introducir el sentimiento de ausencia en los personajes entrevistados, mientras Alejandro Izquierdo continúa hablando le voy a preguntar sobre su padre y su hijo que falleció. Coloco tomas de espacios de la casa (en base a lo que me diga) en los que pasó con su padre y sus hermanos.

CHRISTIAN

¿Qué duele de la ausencia?

ALEJANDRO IZQUIERDO

ESC 2: ARCHIVO

CHRISTIAN (Voz en off)

Dicen que cuando el Loco Maldonado murió, Monseñor Luis Alberto Luna Tobar gritó su nombre a mitad del sermón, con los brazos abiertos, piadosos, extrañándolo: “¡Edmundooo, donde estás Edmundoooooo!”.

Los alrededores del cementerio: árboles, plantas, nichos varios, un trébol creciendo entre una tumba. 

CHRISTIAN (Voz en off)

Y su voz resonó en las bóvedas, la nave central, las laterales de la Catedral de la Inmaculada Concepción. Y el eco fúnebre de Monseñor se volvió uno con los de la asamblea que reclamaba su cuerpo.

La tumba de Edmundo Maldonado.

 

CHRISTIAN (Voz en off)

 

Usted llegaba a clases, licenciado Edmundo, repartiendo trozos de manicho, regándolo con sus dedos llenos como si fueran mundos, o chupándose una naranja o un helado, angustiado por los zapatos viejos de sus alumnos.

El aula está vacía de la Universidad de Cuenca. Falta poco para que llegue la noche, por lo que debajo de la puerta abierta se ven las sombras de los alumnos que pasan.

Christian (voz en off)

 Decía que debíamos gastar suelas, comer en el mercado, ir hacia la cara negada, menesterosa de Cuenca. El periodista no puede tener el pecho frío, decía.

 

Fotografías de Edmundo con sus alumnos de la Facultad de Comunicación.

Nota:

Alejandro Izquierdo es un amigo que me vende libros. De modo, que para la primera escena ya tenía una buena idea de su casa y puedo pensar de antemano en las cosas que voy a sacar a través de las tomas, así como poner en el guion algunas preguntas imprescindibles que pienso hacerle (no todo el cuestionario, claro, lo esencial). Así puedo tener una hoja de ruta que me ayude en este primer acercamiento a Edmundo Maldonado, personaje de este trabajo. Los libros que aparecen muestran la obsesión del personaje con estos. Además, me remiten al abandono por estar desperdigados por el piso, es decir, al olvido, el cual, va muy bien con mi premisa.

En cuanto a la segunda escena, mi voz en off es como si yo me tratara de un alumno de Edmundo, pero nunca lo fui, pues murió hace veinte y cinco años. Pero la sana envidia (que noté durante las entrevistas) de amigos, conocidos, alumnos y enemigos de este hombre que dedicó su vida a todo lo que pudo, ayuda a potenciar el hecho de que la gente cuando hablaba de él fundía su vida con la suya. Además, vuelve a la voz en off mucho más íntima, incluso como una suerte de conciencia desde la que el personaje recuerda.  

Por ahora, no nos queda sino trabajar en nuestro guion.  

Suerte.

Consejos a documentalistas, de Michael Rabiger

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